Ayer estuve brindando el taller presencial "Educar sin Castigar" presencial. Y me encontré con uno de los tantos prejuicios la cultura trata de mantener acerca de las capacidades que los niños han de tener y a qué edad deben conseguirlas.
Me resulta interesante hacer una comparación entre los enamorados y la relación padre/madre-hijo/hija. Cuando estás enamorada quieres ir con la persona a la que "amas" a todas partes. Y esto es bastante literal, desde un paseo a usar el cepillo dental en pareja.
A alguien le podría parecer que es una exageración lo que digo en el párrafo anterior, pero tal vez nunca han estado "enamorados". Uno de los primeros objetivos en el taller es comprender que el "primer amor" de un niño o niña es su mamá y su papá, al menos hasta la adolescencia. Más ese amor se convierte en una lucha...
El adulto piensa que los infantes han de ser independientes. Así la creencia les indica que para que sean independientes tienen que asearse sólos, vestirse sólos, etc. Esta creencia choca frontalmente con el enamoramiento que los peques tienen por sus progenitores. Así el adulto va pidiendole al niño que haga cosas sólo, bañarse, peinarse, etc. mientras el niño necesita que tú le acompañes porque aún está enamorado de tí.
Después llegan los doce, catorce, dieciséis años, y los muchachitos, se enamoran de personas diferentes a sus papis. Y hacen todo solos, desde bañarse, vestirse hasta salir con amigos. Ahora comienza la lucha en sentido inverso. Los adultos, preocupados por dónde estarán sus hijos, qué harán, y queriendo conocer "todo" de su vida. Pero a esa altura de la "película" los "niños" han aprendido que "tienen" que hacerlo todo solos, que tienen que ser independietes...
¿Cambiarían las relaciones si los padres y madres conocieran, aceptaran, y estuvieran preparados para aceptar la corta etapa de enamoramiento de sus hijos e hijas? ¿Tendrían con ellos y ellas una relación afectuosa, como la que tienes con un amigo?
Teresa García.
Psicologa Clinica.
Sin Castigos.
Me resulta interesante hacer una comparación entre los enamorados y la relación padre/madre-hijo/hija. Cuando estás enamorada quieres ir con la persona a la que "amas" a todas partes. Y esto es bastante literal, desde un paseo a usar el cepillo dental en pareja.
A alguien le podría parecer que es una exageración lo que digo en el párrafo anterior, pero tal vez nunca han estado "enamorados". Uno de los primeros objetivos en el taller es comprender que el "primer amor" de un niño o niña es su mamá y su papá, al menos hasta la adolescencia. Más ese amor se convierte en una lucha...
El adulto piensa que los infantes han de ser independientes. Así la creencia les indica que para que sean independientes tienen que asearse sólos, vestirse sólos, etc. Esta creencia choca frontalmente con el enamoramiento que los peques tienen por sus progenitores. Así el adulto va pidiendole al niño que haga cosas sólo, bañarse, peinarse, etc. mientras el niño necesita que tú le acompañes porque aún está enamorado de tí.
Después llegan los doce, catorce, dieciséis años, y los muchachitos, se enamoran de personas diferentes a sus papis. Y hacen todo solos, desde bañarse, vestirse hasta salir con amigos. Ahora comienza la lucha en sentido inverso. Los adultos, preocupados por dónde estarán sus hijos, qué harán, y queriendo conocer "todo" de su vida. Pero a esa altura de la "película" los "niños" han aprendido que "tienen" que hacerlo todo solos, que tienen que ser independietes...
¿Cambiarían las relaciones si los padres y madres conocieran, aceptaran, y estuvieran preparados para aceptar la corta etapa de enamoramiento de sus hijos e hijas? ¿Tendrían con ellos y ellas una relación afectuosa, como la que tienes con un amigo?
Teresa García.
Psicologa Clinica.
Sin Castigos.
Hermoso, espero muchos lo lean y aprendan que nuestros niños son eso, nuestros, aprovechemos el maximo
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